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EL CAMBIO DE PARADIGMA EN LA EMPRESA

Foto del escritor: S y C ConsultoresS y C Consultores

A petición de nuestros amigos de S&C Business & Law, hoy me atrevo a redactar estas letras, en las que quiero contar con el enfoque del empresario o la empresa en general, lo que han supuesto para nosotros las actualizaciones de las leyes y la digitalización del negocio en general.

Lo cierto es que cuando yo empecé en el mundo de los negocios, recién acabada la carrera, allá por el 2007, todo era completamente distinto, si bien ya existían ciertas legislaciones o controles como la AEPD, en estos casi quince años, el cambio de paradigma ha sido más que evidente, es probable que la digitalización sufrida por las compañías o el nacimiento de modelos de negocio en un ecosistema 100% digital, han conseguido que nuestra visión, otrora centrada en la consecución de objetivos puramente económicos, haya cambiado completamente, si bien se mantiene el foco en rentabilizar inversiones u obtener beneficios, ya que de otro modo los negocios no tendrían razón de ser. Ahora nos vemos obligados a internalizar una serie de prácticas que hace apenas una década veíamos como lejanas costumbres de compañías americanas o del norte de Europa.

Confieso que recuerdo con lejanía, la primera vez que alguien me remitió al departamento de Compliance, algo que no había oído nunca, mi cerebro traducía esa “palabreja” al español y aún sonaba más insignificante, “Cumplimiento” y a la vez me resultaba intrigante el concepto en si y el hecho de que nuestros partners americanos, filtrasen absolutamente cada parte de nuestras colaboraciones, por ese sombrío departamento.

Hoy ya casi en 2022, este departamento, se ha convertido en una pieza fundamental, no solo de la empresa que dirijo hoy, sino de prácticamente todas las empresas con las que mantengo algún tipo de relación profesional. Además, este no es el único departamento que ha nacido en estos últimos años, dependiendo del objeto de la compañía, han florecido departamentos diversos y casi todos enfocados a la seguridad o a la protección del dato en sí, se ha recrudecido el control en muchos ámbitos, por ejemplo y dado el carácter de mecambiodecoche.com, nos hemos visto obligados a reforzar el área de Prevención de Blanqueo de Capitales o el área de Ciberseguridad y claro, como no puede ser de otra forma, la reforma del RGPD, también nos ha hecho hacer sendas modificaciones en nuestras políticas y métodos.

En ocasiones, hablando con amigos durante mi amado afterwork, compañeros de la universidad, que casi todos se encuentran hoy en puestos directivos, unos de empresas multinacionales, otros en PYMES y otros, que ya en 2007 eran adelantados a su tiempo, de hecho, hoy la palabra “emprendedor” es trending topic en todas las redes sociales, pero estos ya lo eran en 2007, aunque se les llamase con mucho menos glamour (autónomos). Coinciden conmigo en la fuerte inversión que se destina en los campos que he mencionado anteriormente, en ocasiones, la inversión destinada es muy superior a la destinada a I+D por ejemplo, de hecho en las Startup como la que yo dirijo, la sustentación de este tipo de departamentos, sería insostenible por el alto coste, ahogaría sin remedio al resto de los departamentos, cuando asumí la dirección, me plantee crear el departamento interno de compliance, pero tras hacer un estudio minucioso de costes y dado que también había que contratar especialistas en ciberseguridad y Prevención de Blanqueo de Capitales, consulté sueldos medios de los profesionales de esos ámbitos, calculé el coste de la infraestructura de los departamentos, etc. Decidí que era mucho más factible externalizarlo ya que, aunque el coste de una auditoría externa es elevado, es mucho más asumible para una pequeña empresa, que la implementación de departamentos propios, a nosotros y como me imagino que a estas alturas habrás interpretado nos lo gestiona S&C Business & Law.

En conclusión y observando el mercado laboral actual, la creciente digitalización, en parte agravada por el COVID-19, si tuviese una máquina del tiempo, hablaría con ese joven universitario que un día fui y le diría, “Que sepas que en el 2020 existen Chief Compliance Officer (CCO) o Chief Information Security Officer (CISO) o incluso Data Protección Officer (DPO) que cobran más de 100 000 euros anuales, tira por esas ramas, fórmate”.

Pero lamentablemente, no tengo esa máquina, si la tuviese, seguramente le hablaría de Cryptomoneda o Blockchain y hoy estaría escribiendo este artículo desde mi isla privada del caribe o desde mi Jet, lo que si puedo es recomendar a esos jóvenes indecisos, que aprovechen oportunidades como la que hoy nos brindan profesionales como Javier Sánchez Salas o Jimena Sastre de poder aprender de ellos, de obtener un título universitario y formarse en estos ámbitos cada día más necesarios y más recurrente, les diría que se aprovechasen de la experiencia y de los errores ya cometidos por ellos, para evitar perder algo tan valioso como es el tiempo.

La verdad es que hoy ellos, informático y abogada de carrera, respectivamente, son el claro ejemplo de que la vida es impredecible y de que cuando uno elige sus estudios universitarios, no cuenta con una visión de la realidad acertada y que son los años y la experiencia laboral la que te dice que un programador informático o un abogado, rara vez cobran más de 25 000 euros al año, por el contrario, un CISO o una CCO, lo multiplican por cuatro.

Gracias por leer mis divagaciones, espero que te haya gustado y haber puesto en valor aquella premisa que para mi padre era ley de que “nunca es tarde si la dicha es buena”. Aquí te dejo el enlace para que veas el curso que dirigen estos dos profesionales.


Jose Cervero


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